top of page

Y que sea lo que sea: Jorge Drexler

​Por @AngiePagnotta 



En un clima de tranquilidad, y bajo la intensa voz de Ana Prada - cantante y prima de Jorge Drexler - inició una noche mágica en el teatro Coliseo.
Caras impacientes, miradas y el típico murmullo: expectativa, tickets en las manos y un poco de viento que no lograba despeinar a las chicas del uruguayo. En la noche del viernes y gracias al pedido de la gente, volvía a presentarse Jorge Drexler. Y ¿por qué digo gracias a la gente? porque es literalmente así: el lunes 21 de mayo se agotaron las entradas y fue entonces cuando se agregó una nueva función en Buenos Aires. El cantante solo tenía planeada una presentación en capital, pero el público - ansioso de su música-  reclamó otra función.  Esto no fue pasado por alto, ya que durante el show fueron varios los agradecimientos y Drexler destacó sonriente: "Esto que está pasando hoy es gracias a ustedes, me siento muy cómodo de estar en su ciudad".
Más atrás en el tiempo y dentro del recinto, la mayoría de los asientos provenientes del primer piso, ya estaban ocupados. En las plateas centrales y laterales, la gente estaba un poco más dispersa, aunque de a poco se fueron acomodando.  Todos estaban esperando la llegada del protagonista de la película La suerte en tus manos, dirigida por Daniel Burman y que Drexler encabeza junto a la actriz, Valeria Bertuccelli.

La escenografía es simple, austera y funcional. Tres esferas de distintos tamaños y en distintas alturas; algunas luces de colores y un fondo blanco que sirve de paño para otros efectos, guitarras, micrófonos, instrumentos y objetos para hacer sonido, como por ejemplo, una cajita musical. Lo más destacado del show en cuanto a escenario, probablemente haya sido el juego de luces y todos los colores/texturas que acompañaron cada canción, en tonos brillantes y luminosos.

Pasadas las 21, salió al escenario Ana Prada junto a su guitarrista, Polenta. Cinco temas en su hermosa voz prepararon el ambiente y las gargantas de los presentes. Muchos aplausos, muchas palmas y sonrisas de satisfacción.
Minutos más tarde, una luz proveniente de un foquito iluminó la cara de Drexler, que cantó Hermana Duda, tema número siete del disco 12 segundos de oscuridad. Los aplausos tras el primer tema sonaron bien fuerte en el Coliseo. Luego de saludar y continuar con el repertorio, Drexler consultó: "¿hay alguna persona que ya conozca los temas de la gira, que haya venido el 21 o nos haya escuchado en otra ciudad?". Varias manos levantadas respondieron la inquietud del músico y fue entonces cuando agregó "Son varios, ¡que bueno! dada mi emoción ¿alguno quiere que toque algún tema que no está en el repertorio?", tras la pregunta se empezaron a escuchar los pedidos: "Salvapantallas", "Soledad", "730 días". Algunos sonaron y otros quedaron afuera pero al público se lo vió contento y también al cantante agregó, por ejemplo, Ella También, de Luis Alberto Spinetta (que sonó alucinante).
El acompañamiento del público, la simplicidad y personalidad de Drexler, las luces y el juego de los fondos que decoraban las paredes del Coliseo, terminaron de plasmar una noche única. Es altamente recomendable asistir a las demás funciones– las entradas no están demasiado económicos pero vale la pena, para los que no puedan asistir, les recomendamos comprar algún disco y escuchar lo que tiene para decir Drexler - que por suerte- es mucho.

 

Drexler en una de las canciones, en el Coliseo.

bottom of page